A veces la única forma de mantenerse sano es volverse un poco loco

jueves, 14 de julio de 2011

bipolaridad

Recuerdo que caminaba por aquellas calles sombrías…llenas de árboles con sus respectivas hojas. Estaba triste, desilusionado. Otra noche buena sin algo que realmente valga la pena. Pase por una calle oscura que realmente me dio miedo, pero no me importo y camine por ella con cierta valentía. Pase por una casa que me llamo la atención, estaba repleta de luces de colores, se escuchaba aquella dulce canción de la navidad. Me detuve un instante a observarla. De repente, vi dentro de ella unas sombras, parecían la de dos personas, éstas estaban peleando, se comenzaron a escuchar gritos, la voz de una mujer llorando y la de un hombre gritando. Luego de salir de mi asombro, comencé a alejarme lentamente. Pero cada dos segundos me detenía y amagaba a volver hacia la casa. Sentía la necesidad de hacer algo, quizás aquella mujer estaba realmente en peligro y yo era el único que podía salvarla. Pero eso me pareció un tanto absurdo, así que seguí caminando, hasta que de pronto un gran escalofrío recorrió mi cuerpo y sin siquiera pensarlo me dirige a la casa decidido. Me asome lentamente y vi la sombra del hombre agachado llorando junto al cuerpo de la mujer. Se escuchaba el llanto de un bebé. Inmediatamente tome mi celular y llame a la policía. A los pocos minutos estaban llegando a la casa. Me hicieron algunas preguntas, a las cuales respondí con tranquilidad. Un oficial salió de la casa junto al hombre, tenía en sus brazos a un bebé, no hizo más que agredirme y cuestionarme porque lo había hecho. No entendía lo que estaba sucediendo. Dos policías me esposaron y me metieron adentro del auto, sin dejarme decir nada.

Estuve en la comisaría más de dos semanas, dejaron que haga un llamado, pero era inútil no tenia a nadie más que a mi propia soledad.

A la tercera semana decidieron llevarme a un neuropsiquiátrico, querían hacerme unos estudios para ver en que estado mental me encontraba. Luego de unos días estaban los resultados. Dicen que sufro de Síndrome demonopático de doble personalidad.

Al parecer aquella noche cuando pasaba por aquella calle, me detuve en esa casa, luego de idas y venidas no lo dude un segundo más y salte las rejas. Se encontraba aquella mujer con el hombre discutiendo, al ver mi sombra la mujer se altero aún más y el hombre comenzó a apuntarme con el arma que tenía en su mano. Trate de calmarlo pero fue inútil, pensaron que era un ladrón, un intruso. Forcejeamos con el hombre y sin darme cuenta dispare y le di a la mujer. Luego salí corriendo y aguarde en la puerta. No recuerdo nada de esto, no recuerdo a ver entrado a esa casa. Eso fue lo que declaro el hombre. Luego de unas semanas se me dio la excarcelación. Aquí estoy, en esta pálida habitación, lleno de pastillas, atareado, sin nadie que me contemple. Estoy medicado todo el tiempo, todos se alejan de mí, me tienen miedo, dicen que amenace a muchos enfermos desde mi llegada. Me siento como nunca me sentí en mi vida, derrotado, por esta enfermedad que padezco. Deseo con todas mi fuerzas, con las pocas que me quedan terminar con todo, terminar con él…lo que significa terminar conmigo mismo.

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