A veces la única forma de mantenerse sano es volverse un poco loco

martes, 26 de octubre de 2010

INSTRUCCIONES PARA ABRIR EL PAQUETE DE JABON SUNLIGHT

-Trabajo realizado por Manuel Mandeb por encargo de la agencia de publicidad Vivencia.

1) Busque la flecha indicadora.

2) Presione con el dedo pulgar hasta que el cartón del envase ceda.

3) Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasión que ésta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue abriendo este estúpido paquete y yo le diré algunas verdades.

4) Los vendedores de elixir nos convidan todos los días a olvidar las penas y mantener jubiloso el ánimo. El Pensamiento Oficial del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.

5) La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas más saludables. Al parecer, la verdad perjudica la función hepática.

6) Viene gente. Siga la línea de puntos en la dirección indicada por la flecha.

7) Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la tristeza es la única actitud posible que los compradores de este jabón pueden adoptar ante un universo que no se les acomoda. Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno reírse del cuento de los supositorios, pero éste es apenas un descanso en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ese es el sentido original de la palabra diversión: apartar, desviar, llamar la atención hacia una cosa que no es la principal.

8) Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la peor educación. Los comerciantes se escandalizan, las personas optimistas huyen despavoridas , los maximalistas declaran que la angustia ante la muerte es un entretenimiento burgués y los escritores comprometidos gritan que la preocupación metafísica es literatura de evasión. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de jabón al alcance de los niños, le juro que todo lo que se escribe es de evasión, menos la metafísica: las noticias políticas, los libros de sociología, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre las reservas de petróleo, no hacen más que apartarnos del tema central, que es la muerte.

9) Calcule 100 gr. de jabón por cada kilo de ropa sucia.

10) Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del pensamiento: "es mejor no pensar...". Casi todos los aparatos y artificios que el hombre ha inventado para producir alegría suspenden toda reflexión: la pirotecnia, la música bailable, las cantinas de la Boca, el metegol, los concursos de la televisión, las kermeses.

11) Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que la tristeza tiene más fuerza que la alegría: un hombre recibe dos noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla, prevalecerá la tristeza. El premio no lo consolará de la desgracia. Byron decía que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.

12) No mezcle este jabón con otros productos y no haga caso de los sofistas risueños. Tarde o temprano alguien le dirá: "Si un problema tiene solución, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene, ¿qué se gana con la preocupación?". Confunde esta gente las arduas cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la angustia, el desencuentro y la injusticia no son problemas sino tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera.
Lloraba Solón la muerte de su hijo.
Un amigo se acerca y le dice:
-¿Por qué lloras, si sabes que es inútil?
-Por eso- contestó Solón- porque sé que es inútil.

13) No está tan mal ser triste, señora. El que se entristece se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien está triste se ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditación. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviendo este cupón por correo.

14) Ahora que se fue el jabonero, aprovecharé para confesarle que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".


NOTA: Las instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight fueron rechazadas.


de "Libro del Fantasma". Alejandro Dolina .





lunes, 25 de octubre de 2010

El 38 está cargado

Ese día sólo tenía dos pacientes. Me desperté abrumada, había soñado mucho aquella noche. Diferentes imágenes se posaban en mi mente, eran muy confusas, pero una de ellas la recordé con claridad. Ganaba el loto, sí, y como siempre me decía mi mamá, “conta los sueños en ayunas y se harán realidad”, no creía mucho en eso, pero instintivamente llame a Marta, mi amiga de toda la vida. Se lo conté con tanto entusiasmo, que hasta me lo creí realmente. Marta río y me pregunto si recordaba el número pero le dije que no, solo se me venía a la cabeza yo saltando en casa con un billete en la mano frente al televisor.

Luego de colgar con Marta, me hice el desayuno, no podía dejar de pensar en aquel sueño. Luego me fui a duchar y a prepararme para mi primer paciente.

A las once en punto llego Carla, una joven de 18 años que veo hace unos tres meses. Le ofrecí café. Nos sentamos y antes de comenzar con la sesión se hecho a reír. No entendía bien que era lo que pasaba, pero me eche a reír también. Trato de relajarse y me dijo “No me vas a creer, soñé con vos”, sonreí y me dije a mi misma “Yo también soñé conmigo, y que sueño”. Le pregunte que era lo que había soñado, y cuando me lo dijo me quede muda, no podía reaccionar ante aquellas palabras. Carla me miro intrigada, me pregunto si me encontraba bien, fui hasta la cocina a tomarme un vaso de agua, luego volví, me senté frente a ella y le pregunte “¿Que número?”, Carla pensó un momento, “A ver, estabas frente al televisor, tenías el billete en la mano y … comenzase a gritar, 38 era el 38” Mi cara estalló de alegría, no podía creer lo que estaba sucediendo, aquella mujer había tenido el mismo sueño que yo, pero tenía una pista que yo no tenía, el número que me hacía millonaria. Estaba muy entusiasmada, tome mi cartera del perchero y fui directo a la puerta de entrada, mirando a Carla le grite “Vamos, tenemos q jugarle al 38””, Carla se levanto y salió conmigo “Si vos lo decís, quien mejor que un psicólogo para interpretar los sueños ¿no?”

Llegamos hasta la agencia, le jugué todo al 38, y le prometí a Carla darle parte del dinero por su ayuda, aunque ella se rehusó. Solo quedaba esperar a la noche. Ese día cancele el turno que me quedaba. Estábamos con Carla en casa, no pude con la sesión de ella tampoco, era tanto el nerviosismo que sentía que no podía concentrarme en nada más. Mis sueños de toda la vida, mis deudas, mis ilusiones, ganar era lo mejor que podía pasarme. Estaba tan contenta y nerviosa a la vez, que tampoco pude probar bocado. Carla me convenció de darme un baño para relajarme un poco, así que opte por hacerle caso y me di un baño de inversión.

Estuve unos 30 minutos en el baño y cuando Salí Carla ya no estaba. Quizás se canso de esperar, o había ido a comprar algo para comer, o simplemente se fue. Era extraño por que no me había dicho nada, ni siquiera una nota había dejado. La llame a su celular pero lo tenía apagado.

Me olvide de Carla rápidamente, estaba tan eufórica que nada más que ese número me importaba.

Faltaban minutos para el sorteo, me senté nuevamente frente al televisor y espere atenta. Comenzó el sorteo y cuando llego el turno de mi billete empecé a sudar como un marrano. 38 dijo el locutor, comencé a temblar desesperadamente, salte, corrí por toda la casa, lloré, reí y volví a sentarme. “Mañana mismo voy a cobrar” me dije, la suma de 1.000.000 pesos me hacía tan feliz.

Me tome unas pastillas para poder dormir, ya que me era imposible conciliar el sueño.

Me desperté a las 8 de la mañana, y salté rápidamente de la cama. Me cambié velozmente, ni siquiera desayune, tome mi cartera y cuando estaba por salir recordé que no había agarrado el billete, así que me volví hacia el living y fui directo a la mesita que esta frente al televisor, pero el billete no estaba. Comencé a desesperarme, revolví todo pero no podía encontrarlo, “Si yo lo deje acá, no puede ser” me dije a mi misma. Fui hasta mi habitación, busque a más no poder, pero no encontré nada. Busque por último en mi cartera pero tampoco. Me sentí realmente muy angustiada, no entendía que estaba pasando. Salí de mi casa desesperada a la agencia de lotería. Estaba la misma persona que me había vendido el billete el día anterior. Le explique la situación y me dijo que el billete ya había sido cobrado. “No puede ser” me dije. En ese momento la imagen de Carla se me vino a la cabeza. “Que hija de puta”. Salí de la agencia y me fui directo a mi casa. Trate de reflexionar, no podía ser nada mas que eso, ella me había robado el billete, y cuando le dije que algo le daría por su ayuda la muy hija de puta me dijo que no. Tome el teléfono y la llame, seguía con el celular apagado, y en la casa no me atendía nadie. “Pendeja de mierda”.

Todas mis ilusiones se habían ido por completo, mi sueños, mis deudas, que desilusión.

Carla no volvió a aparecer, le deje miles de mensajes pero jamás contesto. No volví a soñar con que ganaba la lotería, aunque hice todos los truquillos no sucedió. Me encontraba igual que siempre, y con una paciente menos.



by alegría

lunes, 11 de octubre de 2010

vecinos nuevos esconden un secreto.

LAS HERAS

El reloj de marca las nueve y media de la noche cuando Olga, una vecina del pueblo de Las Heras, que esta barriendo la vereda, ve llegar un camión de mudanzas junto a un Mercedes Benz negro con vidrios polarizados. Ambos vehículos se estacionan en frente de la casa de Olga. Del auto se bajan dos personas, un hombre y una mujer, de unos 30 años aproximadamente. Olga curiosa deja la escoba y se dirige a saludar.

-Bienvenidos. No imagine que se mudaran a estas horas…

- Gracias. Responde la mujer.

-Es en el único horario que podíamos hacerlo, trabajos todo el día.- Dice el hombre amablemente-

-Ah, entiendo. Bueno cualquier cosa que necesiten me avisan, yo vivo ahí frente. – Olga señala su casa-

- Es muy amable, gracias. ¿Como es su nombre? - Dice la mujer-

- Olga.

La mujer y el hombre le dan la mano.

- Yo soy Esteban y ella es Mariana.

-Encantada. - Olga sonríe-

Olga cruza de vereda, queda mirándolos desde enfrente, luego toma la escoba y entra en su casa. Los nuevos vecinos ayudan con la organización de las cosas.

Al pasar los días Olga extrañada se pregunta si los nuevos vecinos estarán bien, hace días que no los ve salir, ella esta todo el tiempo de aquí para allá en barrio o en la vereda charlando y no los ha visto, se dice así misma que quizás salieron de viaje, parecían gente que andaba en los negocios.

Una noche Olga se encuentra cocinando, la ventana de la cocina da a la calle. Ve salir a Esteban con un sobretodo y un maletín, son aproximadamente las diez de la noche, extrañada se pregunta hacia donde iría a esas horas. Sin pensarlo cruza a tocarle el timbre a la casa, pero nadie contesta.

Al día siguiente Olga esta charlando con Marta una vecina de la vuelta.

- ¿Y que tal los nuevos vecinos?- Dice Marta-

- Raros, muy raros, hace días que no los veo salir, no hay movimientos en la casa, ayer

lo vi a él salir a altas horas de la noche.

-Si que es raro…además mira- señala la casa- esta todo cerrado como si nadie viviera ahí.

- Para mí que algo están ocultando.

- ¿Como que?

- No lo se, pero lo voy a averiguar

- Olga no seas chusma queres…

- No, no es de chusma, créeme Marta, no me gusta nada esta gente.

Esa noche, alrededor de las nueve y media, Olga se acerca a la casa de los vecinos, lleva con ella una tasita de té. Toca timbre varias veces, hasta que finalmente la mujer atiende.

- ¿Si? -Dice la mujer con la puerta entre abierta-

- Hola, quería saber si tendrían azúcar.

- Si…pase.

La mujer hace pasar a Olga, ésta mira cada detalle de la casa, era bastante sencilla, había cuadros de pinturas barrocas, un juego de sillones, una mesa ratona.

- Enseguida le traigo. Dice la mujer.

Olga asiente con la cabeza.

En ese momento aparece Esteban, se sorprende al verla.

- Hola…

- ¿Como esta? Viene a pedir un poco de azúcar…

Mariana le entrega la taza.

- Muchas gracias querida.

- De nada- responde Mariana-

- Tan jóvenes y casados, que maravilla.

- Si… estamos muy felices juntos, dice ella nerviosa.

- ¿Que edad tenes?

Ambos dudan, dicen al mismo tiempo.

-25

-30

La mujer queda desconcertada.

Mariana sonríe

-Siempre me quiere quitar edad.

- Aha… es q pareces de 25 así que no te preocupes por eso.

Los tres ríen sutilmente

- Bueno los dejo, hasta mañana.

La mujer sale de la casas. Ellos de quedan preocupados.

- Crees que se dio cuenta de algo- dice ella

- Imposible- dice Esteban.

Olga no sabe que es lo que puedan llegar a ocultar, era muy rara la actitud de ellos, pero no lograba descifrar que estaba sucediendo.

Esa noche se queda esperando en la ventana con la luz apagada, ve como sale Mariana y atrás de ella Esteban. Ambos se suben al auto y se van.

Olga quedo pensativa, saca la cruz que llevaba bajo el suéter, la toma en sus manos y ora por dentro.

Olga finalmente se quedo dormida junto a la bacha de la cocina, cuando de repente se despierta sobresaltada por la frenada de un auto, levanta la vista y ve bajar a la pareja, mira su reloj, las cinco de la mañana.

Ese medio día toca nuevamente el timbre de la casa de enfrente, pero nadie sale, las ventanas están cerradas como desde hace días, vuelve a su casa decepcionada.

A las nueve de la noche ve salir a la mujer, se apresura y sale a la puerta, cruza de vereda y la saludos amablemente. Mariana al ver la cruz que lleva Olga en su cuello, baja la mirada brutalmente, Olga lo nota pero no dice nada. Vuelve a su casa y se encierra.

- Vampiros -dice la mujer-luego se retracta, -pero que digo… no puede ser -

Esa noche suena el timbre de Olga, se acerca a la puerta mira por la mirilla y ve que son los vecinos, esconde la cruz y abre la puerta.

- Podemos pasar, necesitamos hablar con ustedes- dice el hombre.

No hubo respuesta de la mujer ya que la pareja entro de contrabando.

Al día siguiente la pareja vecina carga sus cosas en el camión de la mudanza. Marta pasa por la puerta y queda extrañada.

- ¿Se van?

- Si, nos surgió un trabajo en el exterior – Contesta el hombre.

- Mucha suerte- dice Marta amablemente.

Marta cruza de vereda, nota que las ventanas de la casa de Olga están todas cerradas, amaga a tocar el timbre, pero luego se aleja suponiendo que no esta.

El camión arranca, la pareja esta por subirse al auto, miran a su alrededor.

- Hemos cumplido, nuestra tarea esta terminada. Hemos dejado un vástago aquí, debemos irnos. – dice el hombre

- Pensé que sería más difícil.

- Ya ves no que, vamos, dejemos que ella haga su trabajo por si sola.

La mujer saca una libreta la abre, hay varios pueblos anotados en ella, tacha Las Heras.

by alegría.

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